Lorea Momeñe es una amatxu ganadera
Lorea Momeñe regenta una explotación de cerdos desde hace cuatro años en Orozko
Se adjudica el Concurso de Euskadi con el chorizo que elabora desde finales de 2014
SUSANA MARTÍN - Viernes, 19 de Febrero de 2016 - Actualizado a las 06:03h
Lorea Momeñe promociona con orgullo su chorizo campeón en diferentes ferias y mercados.S. Martín
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OROZKO - De pequeña, cuando vivía con sus padres en Basauri, soñaba con ser veterinaria pero acabó haciendo la carrera universitaria de Turismo. Lo que nunca llegó a imaginar Lorea Momeñe en esa etapa de su juventud es que, aún sin terminar sus estudios, iba a cambiar el entorno urbano por el medio rural para, primero, ejercer de “feliz ama de casa” y, unos años después, empezar a calzarse las botas de goma, adentrarse en terrenos embarrados y regentar una explotación de cerdos en el barrio de Urigoiti de Orozko.
A primera vista el cambio parece drástico pero, en realidad, el camino se ha ido forjando con decisiones meditadas y teniendo como punto de referencia su convicción de querer “conciliar la vida familiar y la profesional”, afirma con satisfacción. Todo comenzó cuando con 21 años se trasladó a la casa que su novio tenía en Orozko. “Una vez allí sigo estudiando hasta terminar la carrera. Después nos casamos, tuvimos dos hijas y me dediqué a cuidarlas, a pasar el mayor tiempo posible con ellas y disfrutar de la experiencia de ser madre”, explica.
Hace cuatro años, Lorea sintió que ya era el momento de empezar a aportar a la economía familiar. “Empecé a buscar trabajo pero todo lo que encontraba implicaba pasar mucho tiempo fuera de casa y buscar a alguien que nos ayudara con las niñas. Disponíamos de terreno en un entorno rural y, al final, llegamos a la conclusión de que lo que más se acercaba a lo que queríamos para conciliar la vida familiar y la profesional era dedicarme a la ganadería”.
GRANJA PORCINA Tras barajar diferentes posibilidades, su contacto con Basatxerri fue determinante. “Me enseñaron sus explotaciones y me sentí muy cómoda con esa forma tradicional de trabajar y criar a los animales en libertad, alimentados de manera natural y con piensos sin transgénicos ni acelerantes”. Así fue como con 32 años, Lorea y su marido comenzaron a preparar una granja porcina en una parcela de su propiedad en donde montaron e instalaron “casetas de madera de pino insignis encargadas a una empresa de Orozko porque queremos también ayudar a la economía local”.
Desde entonces, y en ese envidiable entorno natural, reciben dos tiradas anuales de lechones de solo dos meses de edad. “En invierno solemos traer unos 120 y en verano, como las posibilidades del terreno son mayores, podemos alcanzar los 150 o 160. Aquí los alimentamos y engordamos de forma natural hasta que tienen ocho meses y después los vendemos en vida a productores con Label Vasco de Calidad”, precisa.
CHORIZO CAMPEÓN Al disponer de un producto cárnico de tanta calidad al alcance de la mano, Lorea se animó también a elaborar chorizo para consumo propio con la grata y satisfactoria sorpresa de que “todo el que lo probaba nos decía que estaba muy bueno y que lo teníamos que poner a la venta”.
La joven emprendedora no se lo pensó dos veces y en diciembre de 2014, tras obtener el correspondiente registro sanitario, empezó a realizar pruebas hasta lograr perfeccionar una receta con la que sacar una línea de embutido al mercado bajo la denominación Urigoitiko Txorizoak. La acogida no ha podido ser más satisfactoria. “Al principio tienes miedo al no saber la respuesta que vas a obtener pero hemos logrado una cartera de clientes fijos que han valorado muy bien la calidad-precio de nuestro producto”.
Y por si fuera poco, durante la feria de San Antontxu celebrada el pasado 18 de enero en Mungia, Lorea Momeñe obtuvo el premio al Mejor Chorizo de Euskadi. “Fue increíble. Todo un orgullo y un reconocimiento que ha tenido mucha repercusión y que nos va a ayudar a crecer pero con la mente puesta siempre en que soy y quiero seguir siendo una pequeña productora”.
Poquito a poco pero avanzando. Ese el es objetivo y los retos ahora son introducir en el mercado sus líneas de “chorizo de pottoka, salchichón y chorizo picante y también de paté”, avanza.
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